Wow! No sé qué es, ¡pero yo también quiero bailarlo! Esto es lo primero que dijo

Victoria cuando descubrió el Lindy Hop en una plaza de Taipei, Taiwán en el año 2018. Vio cómo todo el mundo que bailaba esbozaba una sonrisa y lo pasaba bien, de verdad. 

Al volver a Málaga, buscó desesperadamente escuelas de swing donde poder conocer y empezar a bailar este maravilloso y alegre baile. Ya de pequeña le gustaba bailar, y estuvo 5 años en teatro musical, haciendo sus pinitos.

Desde entonces baila de manera regular y la pandemia no impidió que siguiera bailando, pues tomó clases de profesores internacionales vía zoom. 

Deseando transmitir la energía de este baile y el buen rollo fuera y dentro de las clases.